Quería presentarme, sin embargo, no quiero que me conozcas como yo me veo o creo, sino como me ven los demás.
He pedido a una de las personas que mejor me conocen que lo haga; Ana.
Desde la libertad y la creatividad me ha regalo este texto, en el cual me veo, me siento e identifico, ha captado en palabras mi filosofía y mi modo de hacer.
Ahora conocerás mas mi trabajo y a mi misma, mis motivaciones y razones.
Life is a journey
Estando en la
universidad, en una de las asignaturas estudiamos que la frase “Life
is a Journey” (“La vida es un viaje”) era la metáfora
absoluta, la que resumía la vida y la que abarcaba todas las novelas
que íbamos a estudiar a lo largo de la carrera. En el viaje que ha
sido (y es mi vida), me he encontrado varias veces caminando junto a
Muriel. Por entonces no lo sabíamos, pero nuestro caminos iban a ser
paralelos; caminaríamos en la misma dirección, aunque no siempre lo
haríamos la una al lado de la otra.
Nos encontramos en el
camino siendo adolescentes, como compañeras de clase; en la
juventud, siendo compañeras de trabajo y, finalmente, el camino nos
ha vuelto a unir, esta vez como comadres, compañeras en la
maternidad. Sabía que el ser madre solía separarte de tus antiguos
amigos (máxime si aún no han sido padres), pero nunca pensé que
podría volver a unir a gente del pasado, y menos del modo en que me
siento unida a Muriel en este momento.
La
vida es un viaje, y Muriel está ahora mismo en ese viaje apasionante
que es la maternidad. Pero lo que más me maravilla de ella es el
modo en que lo hace, ya que no se limita a dejarse llevar por la
corriente, esperando a ver que se encuentra en cada recodo del río.
Ella rema con fuerza hacia su destino, con ganas, con pasión y,
sobre todo, con mucho, mucho amor. No le importa que el agua le
salpique en la cara (eso la ayuda a aprender de sus errores, lo cual
hace con humildad y honestidad); simplemente, se seca y sigue
remando, acogiendo en su barca a todo aquel que le pide ayuda, de
manera desinteresada. Los viajes que se hacen en compañía son mucho
más fáciles de hacer, sobre todo cuando todos reman en la misma
dirección, y eso Muriel lo sabe y lo siente desde lo más profundo
de su corazón.
Muriel está haciendo su
propio camino, en un proceso conocimiento y autoconocimiento. Un
proceso del que te invita a ser partícipe, para caminar con ella,
para que rememos juntas y para que podamos crear nuestra propia
tribu, en la que todos seamos amados y respetados, aún cuando no
seamos capaces de ver las cosas del mismo color. Porque, aunque no
siempre nos demos cuenta, muchas veces son nuestras propias
diferencias las que nos ayudan sacar lo mejor de nosotras.
Muriel, te deseo una
larga y próspera travesía. Disfruta mucho de tu viaje: seguro que
te esperan cosas maravillosas en el camino.
Ana Carbonero.
No hay comentarios:
Publicar un comentario