miércoles, 13 de julio de 2016

Próxima parada: Estación CEREZAS


He oído decir que el tren solo pasa una vez en la vida, el tren de las oportunidades me refiero. No es cierto. Esa frase es para derrotistas.
Cada mañana es una nueva oportunidad, y cada uno lleva el boleto de su día a día en la mano.
Lo que si es cierto, es que el tren pueda variar de color, de vagones, trasbordo en estaciones, incluso de destino.
Mis creencias hasta ahora, me habían convertido en una pequeña calculadora de tiempo y espacios, en una controladora, o marimandona como se acostumbra a llamarnos.
Bueno, no lo soy.
Mi inseguridad y mis miedos (EGO; eso es otra entrada) se habían acomodado ahí y yo pensaba que mi naturaleza era esa.
Sin embargo, tomando consciencia de que esa fue una etiqueta de mi infancia y un escudo durante la adolescencia, ahora lo he transformado en lo que realmente era; una virtud, una capacidad de organización y comunicación.
He entendido que la rigidez y el control no me hacían feliz. Sin embargo, la organización, liderazgo y coordinación son ejercicios que no me suponen un esfuerzo, es mas, se me dan bien, y disfruto de ello. Así como la comunicación, transmitir e informar.
 
Llegar hasta aquí no se sintetiza en unas líneas, han sido años de incomodidad, de auto exigencia e infelicidad.
 
Y paso un tren, lo tomé. Como me gustaba estar embarazada; que sensación mas linda. Como me gustaba ser madre; que emoción tan grande. Me gusto tanto tanto que decidí tomar el siguiente.
 
Y ese fue muy rápido, tan tan rápido que me enseño la lección mas grande de VIDA.
 
Ahora con miedo, con incertidumbre, y dolor, tome otro...en un vagón que se movía poco, en un sillón mullido, en un lugar con poca luz. Ahí sola conmigo, y mis bebes, fui respirando, respirando, tomando consciencia, y respirando. No, no era esa mi estación, esa en la que en ese momento estaba cómoda, segura y en equilibrio comenzaba a restar en lugar de sumar.
 
Largas conversadas conmigo; mi Ego y Yo. Yo y mi madre. Yo y mi compañero. Yo y mi co-madre.
 
Pasaron días en ese tren, hasta se me había quitado la sensación de traqueteo, cuando decidí comenzar el camino que ahora transito.
 
Resulta que ellos (mis compañeros de viaje) conocían el destino, y yo, que tenia lo billetes, por temor, no leí ni la fecha ni el trayecto.
 
Soltar no me ha resultado sencillo, dejar atrás lo que había construido; tampoco. Aunque entendí que esa no era mas YO. Como me gustaría que entendieras que si miras a aquel recuerdo mío, o aquella experiencia conmigo, tengas presente que ahora soy otra, con la misma esencia, el mismo envoltorio, sin embargo otro brillo y otro aroma a Muriel Santana.
 
En mi día a día disfruto de mi trabajo, con lo que eso no me supone mas carga, asesorar a familias sobre Porteo, solventar dudas sobre lactancia y maternidad en general, Acompañarte en el proceso de alcanzar tu propósito, me satisface tanto que agradezco enormemente haberme perdido en aquella estación.
 
Aquí recibo trenes de todas partes y con todos los destinos; en su mayoría agradables.
 Poder ser Estación Cerezas me suma.
 Hacer equipo, compartir, y ofrecer un gran abanico de Terapias convierte la estación en una parada desea, incluso en destino de algunos.
 
Si perdiste la brújula, ya sabes donde encontrarme.
 
 
 
 
 
Muriel Santana
 



No hay comentarios:

Publicar un comentario